Israel
Rodríguez, nació en Encrucijada, Las
Villas, Cuba. Obtuvo un doctorado en Derecho de la
Universidad de La Habana, y al salir de Cuba, un doctorado de la Universidad de
Massachusetts.
Era un hombre
honesto, de gran visión espiritual, modestia, integridad y profundo amor por la
poesía y por Cuba. Ha sido objeto de una abundante crítica favorable, y escribe
en “el claroscuro del misterio” según la
contraportada de “Charada.”
Creó una poesía extraordinariamente hermosa, a veces
difícil, siempre adelantándose al resto de los mejores poetas del siglo XX.
Su obra poética está recogida en: Poemas de Israel, cuatro Ediciones; Materia Virgen, dos Ediciones; Patria Nueva, dos ediciones; Palabralfa, Pan American Book Publishing, 1977; y Charada, 1982, de la cual
nos dice: “Este libro de poesía, novela de azar o ensayos intuitivos, no se
puede definir.” “Es una captación de la
ecuación cubana universal en la iluminación de las intuiciones emocionales.”
Siendo
profesor en varias universidades, y un crítico excelente de poesía, su libro “La Metáfora en la estructura
poética de Jorge Guillén y Federico
García Lorca” ha sido comentado
muy favorablemente. Jorge Mañach, Baeza Flores y Harold
Boudreau, le consideran “un poeta extraordinario del siglo XX.”
Al morir, Israel dejó un vacío irremplazable en nuestra
lengua y en los que tuvieron el privilegio de conocerle y ser sus amigos. Murió como vivió, calladamente, dejándonos
sus versos, que no morirán con él.